Teléfono
Tengo un teléfono de última generación, politono, con luces, parece una discoteca. Puedo conectarme a internet, enviar y recibir mensajes, e-mail´s, hacer fotos, mandarlas con una tarifa de oro. Puedo incluso marcar un número con la voz, digo Pepe y se conecta solo. Me ha costado una pasta pero es una maravilla de la técnica alemana.
Lo miro frente a mi, en la mesa, parece una mariposa, es un bello objeto tecnológico.
Pero no suena el cabrón.
No suena nunca el muy hijo de puta.
Ella no me llama.
Ella, ya, no me llama.
Mecagüen el teléfono y la madre que lo parió.
Lo voy a tirar contra la pared.
2 comentarios
Pedro -
H, tantos meses después seguro que has olvidado el número.
Pero llama, llama(me).
h -
Me daba miedo, miedo molestar, miedo que al llamarte tu no quisieras contestar.
Pero ahora que sé que no es así, te llamaré.